jueves, 18 de septiembre de 2008

Allen, aparcamiento y galas cutres


Primer día de festival, llegada y desembarco. Momento de trajín, correteos y retoques de última hora para que todo esté listo. De primeras, he de reseñar algún aspecto de la ciudad que no había notado en mis anteriores visitas: es imposible encontrar un puto SITIO DE PÁRKING que no sea zona azul para “abandonar” allí mi vehículo durante los días del festival. Dicen que Donosti es una ciudad señorial (de pijales, dicen otros), y no sé si esto influye en la cantidad de coches, la escasez de aparcamientos o que éstos sean de colores azules o verdes, o sea de estacionamiento regulado. Finalmente necesitamos coger un taxi para volver al centro de la ciudad después de aparcar el coche, recoger la acreditación y directamente ir a ver la peli de Woody Allen, Vicky Cristina Barcelona, una de las más esperadas. No defraudó ni él ni su trabajo, y en la multitudinaria rueda de prensa dio muestras de su ácido y peculiar humor. Se nota, eso sí, que el hombrecillo ya tiene sus años y sus achaques, y desprende un aire que parece lo hace estar constantemente en las nubes, y que le da un toque todavía más personal si cabe. Su película da lo que promete: humor bien trazado y gente guapa, con cuatro actores (y actrices) que hacen un trabajo espléndido. Supongo, eso sí, que el neoyorquino no ha podido desprenderse de ciertos clichés como que el tópico del español tocando la guitarra española. Se le perdona, porque funciona. Como ésta, muchas más, Allen.

Desconozco si será otro tópico, pero tiene razón una de mis compañeras de prensa: en España hacemos siempre unas galas de mierda. San Sebastián no ha querido ser, otro año, una excepción y se ha esforzado por hacer un truño importante. No es que sea una aberración en cuanto a su planificación, diseño o contenido (que bastante), si no que cada vez que salía un personaje famoso tenían que cantar al ritmo de piano “cine cine cine cineeee más cine por favoooooooor que toda la vida es cine y los sueños cine sooooon”. Que vale, una vez, la estrofa puede tener su gracia UNA VEZ, ya cuando la escuchas una segunda cansa. Pero que todo el mundo la cante muchas veces en muchas ocasiones es poco menos que descojonante… hasta que te entran ganas de matar al director de festival, a Belén Rueda y a su pastelera madre. Alguna vez, algún año, por hacer una excepción, podrían variar y dejar de encargar la planificación de las galas de cine español a un chimpancé con resina en las manos.

Cine cine cineeeeeeeeeeeeee

Seguiremos informando



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pídeme un autógrafo de Scarlett, frutícola

Anónimo dijo...

se me ocurre... el encargado de organizar el festival de este año no será el que hizo la crítica de Crank, verdad? El año que viene deberían organizarlo Pajares y Esteso, y llevar al pianista de Parada, el mítico "como-era-como era-tocala-tocala-pablosebastian".

sus ibais a cagar todos los culturetas y gafapastas que pululais por donosti estos dias